ESPEJOS

Talento Mayor

Estoy de pie con la comanda frente a la mujer, el prójimo y el codiciador de la mujer del prójimo, quienes han tomado asiento en la mesa de la esquina, de espaldas a los espejos. El prójimo pregunta ¿qué va a querer, mi amor? Pero mi amor no se decide y su mano izquierda –el espejo indica la derecha– avanza bajo la mesa en dirección a la mano del codiciador, en busca de amparo. El prójimo toma la mano disponible, la que está sobre la mesa, la que se ve sin espejos, para retener algo de la mujer amada.

Dagoberto Espinoza Chávez, 69 años,
La Cisterna.

Ilustración: Tite Calvo.