Mención Honrosa
En la esquina de Alameda con San Ignacio hay un basurero que siempre está vacío. Desde que estaba en el colegio lo observo al volver a casa cada tarde, y nunca ha habido nada. Quizás existe otro basurero cerca donde las personas dejan papeles de dulces o latas de bebidas. Tal vez todos los caminantes urbanos acordaron, sin saberlo, no botar nada en él. Es raro, pero las grandes ciudades tienen sus rutinas secretas. Yo camino siempre con los ojos bien abiertos, y en Santiago hay un basurero que siembre está vacío.
Gonzalo Andrade, 21 años,
La Florida.