SERVICIO

Mención Honrosa

Apaga el celular. Acostado y mirándose en el techo de espejo, se desata la corbata y enciende un cigarrillo. Mientras la espera, fuma lánguido viendo una película de ésas. Cuando llega, la morena exige su dinero y se saca la ropa. A la pregunta de si su servicio es completo, ella responde coqueta: “Lo que quiera, papito”. Sin preámbulos raros, el hombre lentamente se remueve la argolla del dedo, se arrodilla frente a ella, apoya la cabeza entre sus piernas y da curso a un largo e incontenible llanto.

Álvaro Nicolás Urrejola Riveros, 28 años,
Ñuñoa.