ROMPECABEZAS

Mención Honrosa

La había visto una vez, allá en La Vega. Su ojo achinado había saltado entre una mazorca digna de una humita. Otra vez vio su boca colorada asomarse por detrás de un montón de duraznos. Se movía experta entre el laberinto de frutas, verduras y gritos. Quizá ahora esté arreglando su pelo negro entre las manzanas, o pateando un limón con el pie izquierdo. Lo único cierto es que el Andrés soñaba con verla completa un día, asomándose detrás del montón de paltas en el que, secretamente, había acariciado su mano flaca sin que ella lo notase.

Ángela Muñoz, 18 años,
San Joaquín .

Ilustración: Tomás Saavedra.