Mención Honrosa
Las luminarias de la ciudad brillaban. A través del tiempo habían aumentado su potencia y la luz que desprendían irradiaba las calles y el cielo. Eso era lo terrible. Las grandes luces de la ciudad no dejaban ver las estrellas, y sólo las estrellas podían iluminar la oscuridad de su noche.
Juan Carlos Márquez Lizana, 50 años,
Pedro Aguirre Cerda.