Segundo Lugar
Mariana y José eran como el día y la noche, tan distintos que en los cuatro años que llevaban en la universidad jamás habían intercambiado palabra. Pero una tarde de lluvia que se encontraron en la boletería del Normandie, descubrieron que tenían muchas cosas en común y decidieron entrar juntos a ver una película antigua. La mayoría de las butacas estaban vacías en la fría sala de cine y los compañeros se sentaron, por primera vez, uno al lado del otro. Cuando apagaron las luces, José miró a Mariana y ella le sonrió segundos antes de que la película comenzara.
Soledad Rodillo, 32 años,
Las Condes.