LEYENDA URBANA

Mención Honrosa

Se hartó del frío, del encierro, de los ruidos de Santiago. Le aburrieron los ratones temblorosos, la mirada curiosa de las mujeres y ese asomo de repugnancia en la cara de algunas visitas. Quizás por eso el descuido de su amo al tapar la caja vidriada, despertó el instinto de la exótica mascota. Nada personal. Se escapó a medianoche y reptó silenciosa por el amplio departamento del Parque Forestal en busca de su futura presa. Inocente, la claridad de la luna aprovechó una rendija en la persiana y dibujó una línea de luz sobre los blancos barrotes de la cuna.

Maritza Ramírez, 50 años,
Santiago.