Mención Honrosa
Se llamaba Adán, pero le decían «el Che». Vendía gomitas de eucalipto y calugones en avenida Recoleta, cerca de La Vega. Supuestamente nació en Mendoza, por eso su acento y su seudónimo. Era choro, y cuando se ponía choro, el chilenismo le chorreaba por su boca a medio desdentar. Todas lo encontraban encachado. Las más lolas decían que era igualito a Justin Bieber; las más viejas decían que era como Camilo Sesto: finito, lampiño, blanquito. Un martes no apareció más. La calle en silencio. Algunos dijeron que fue un lío de faldas. Otros decían que lo mataron porque nació mujer.
Salomé Silva Guevara, 31 años,
Rancagua.