FANTASMAS SONOROS

Mención Honrosa

Santiago centro está habitado por fantasmas sonoros. Un tango ciego que suena a pasado y un mudo gesto de una estatua humana. Un pito hipnótico que ayuda a cruzar con verde y un mimo albino que denuncia el silencio de los transeúntes. Trutrucas mapuches y platillos krishna se pelotean un plato de ruido. Casas comerciales y músicos callejeros sucumben ante la mezcolanza de un churro acústico. Todo grito presente tiene pasado. Incluso el silencioso smog tiene su historia. Santiago suena mientras aún retumban los Hacker Hunter de septiembre.

Hugolino González, 35 años,
La Florida.