ESTÉTICA DEL DOLOR

SEGUNDO LUGAR

En una antología de poesía china (s. II–VI) leo textos que se titulan: «Suplicando por comida», «Sed», «La muerte de un niño». Durante el desarrollo de la guerra contra los hunos, algunos de estos autores escribieron sin saber que sus poemas ocuparían mi atención una tarde de ocio en la biblioteca pública. Y aunque esos ideogramas, exactos en su dolor y en sus imágenes, son probablemente el testimonio de la derrota de todo el género humano, no puedo dejar de pensar que se estamparon en el papel usando un pincel de pelo de cabra negra.

César Cabello Salazar, 42 años,
Ñuñoa.

Ilustración: Maja Sáiz.