EL TELÉFONO

Mención Honrosa

Era de los últimos teléfonos públicos que quedaban en Santiago. Sonaba todos los días a las diez de la noche, y nadie se atrevía a contestarlo. Muchas historias se contaban al respecto, tan locas como que al contestar una voz tenebrosa te diría la hora de tu muerte. Un día me atreví a contestar, a pesar de las advertencias de la gente. Al levantar el auricular una voz me dijo: ¡Vota por mí en las siguientes elecciones!

Elizabeth Cortés, 32 años,
Providencia.

Ilustración: Alexis Díaz.