EL SECRETO

Segundo Lugar

Cuando adolescente pensaba que el mundo estaba hecho de una trama que había que reconstruir. Creía que había un secreto, un sentido oculto, y que estábamos llamados a descubrirlo. Hice dos cosas: (1) salí todos los viernes, sábados y domingos a la calle y seguí al azar a un perro; (2) llamé a todos los números de teléfono que la gente anotaba en los baños públicos. Recorrí muchas calles y mantuve muchas conversaciones. El secreto que descubrí estaba en las patas de los perros y en la voz de las personas.

Francisco Javier Ide Wolleter, 26 años,
Ñuñoa.

Ilustración: Claudio Salas.