CUIDAUTOS

Mención Honrosa

Estaba en Merced con De La Barra cuando sucedió. Los semáforos se quedaron en rojo y los bocinazos se replicaron como campanas de iglesia. Desconozco el motivo, pero de un momento a otro las bocinas callaron y las personas de las micros y autos se bajaron y empezaron a caminar, alejándose, diciendo incoherencias. Se fueron sin más. Me quedé en la esquina viéndolos desaparecer y luego comencé a subir vidrios, apagar luces y motores. Activé alarmas y cerré puertas de micros, esperando que volvieran. Todavía mantengo todo limpio por si regresan, no quiero que noten los años que han pasado.

Elizabeth Cárdenas, 32 años,
Quilicura .