SÁBADOS GIGANTES

Premio al Talento Joven

Entonces emprendí el camino de regreso, dando vueltas en mi cabeza una excusa por haber desaparecido por tantas horas. Al llegar, entré a la sala de estar: ahí estaban mis hermanos junto a mi padre y mi madre viendo Sábados Gigantes. Mi hermana no estaba. Me asomé a su pieza. Me lanzó una mirada de odio y siguió escribiendo en su diario. Fui a la cocina e Iris me pidió que le pasara una taza limpia. Me senté junto a mi padre en el gran sillón y miré la televisión. Nadie me dijo nada.

María Paz Valdés, 17 años,
Vitacura .