QUISO SABERLO TODO

Mención Honrosa

Al día siguiente de haberse jubilado, Manuel se presentó en la Biblioteca Nacional. Pidió el primer tomo de una enciclopedia universal para leer en sala; el último volumen lo devolvió luego de cinco meses, momento en el que solicitó un atlas de geografía. Arqueaba su espalda en el mesón hasta quedar encima de los libros, como si fuese un vampiro volcado sobre una fuente de vida eterna. Algunos años después, un guardia creyó verlo dormido sobre un texto, pero ya no respiraba. En la página del libro sobre la cual yacía su boca entreabierta no quedaba texto alguno.

Rodrigo Cuevas Alonso, 48 años,
Santiago.

Ilustración: Andrés Miquel Calorio.