ENROQUE

Mención Honrosa

Dicen que todos tenemos un doble en algún lugar. Al mío lo vi tres veces; no quiero verlo más. La primera vez el metro había arrancado y él llegaba al andén. La segunda, lo vi desde arriba de una micro: él cruzaba Condell. Era idéntico a mí, aunque un pelín más alto. La tercera, lo vi abrazando a Julia en una esquina en la que solíamos besarnos. Los observé largo rato detrás de unos árboles. Luego, mi enojo fue disminuyendo y finalmente no me animé a enfrentarlos: a ella se le veía, sin duda, mucho más feliz que conmigo.

Roberto Reyes, 29 años,
Ñuñoa.