Mención Honrosa
Siempre, día tras día, el gato mestizo sobre el mostrador, rodeado de aroma a harina tostada y vino clandestino; y en el rincón oscuro, el viejo con una cañita inseparable. Medio de azúcar o huevos o bebida, dejando por el envase. Las compras mínimas, última hora, domingo en la tarde y siempre el gato y el viejo allí. Siempre, hasta que el letrero de una inmobiliaria me sorprendió al bajar de la micro. Escucho a mi padre diciendo que el barrio va a mejorar, mientras miro al gato y al viejo en la esquina, sin saber qué rumbo tomar.
Karen Jaramillo Altamirano, 34 años,
Puente Alto .